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Víctima o Protagonista: Dos formas de ver el Mundo

Existen dos formas de actuar ante los problemas que surgen diariamente en nuestras vidas… Podemos optar por no hacer nada y ser como una hoja que se deja llevar por la corriente o aprender de nuestros errores y buscar soluciones para convertirnos en esa dura piedra que tras haber tocado fondo, aprovecha la fuerza del río para impulsarse a la superficie con más fuerza que nunca. ¿Víctima de lo que te ocurre o Protagonista de tus éxitos? Esa es la cuestión.

Para la víctima, los problemas siempre son consecuencia de las acciones de los demás. La vida es algo que les pasa; las víctimas creen no formar parte de sus problemas, por lo que tampoco buscarán soluciones. La vida es un espectáculo deportivo y el lugar de la víctima está en la tribuna, mas no en el campo de juego. Los resultados obtenidos son fruto de condiciones externas.

Para el protagonista, sus problemas son su responsabilidad y por eso tratará de hallar soluciones ante cualquier adversidad. De hecho, tienen la certeza de ser los «héroes» de su vida y por lo tanto, también creen tener el poder de dirigir su destino. Los protagonistas creen firmemente que los resultados obtenidos son fruto de la actuación propia y este pensamiento, por regla general, atraerá el éxito a la vida de quienes lo practiquen.

¿Qué caracteriza a un victimista?

Persona Víctima

La victimización es la tendencia de una persona por considerarse o hacerse pasar por víctima. Una víctima es quien sufre un daño por causa o culpa de otras personas.

El victimista asume el papel de víctima todo el tiempo, de forma consciente o no, responsabiliza a los demás de todos sus males, mientras que por el contrario, la persona protagonista asume la responsabilidad de sus actos.

A continuación mencionaremos una serie de características que comparten las personas con altos grados de victimismo:

  1. Siempre encuentran una explicación con el propósito de evadir cualquier tipo de responsabilidad.
  2. Los demás son responsables de lo que les sucede puesto que ellos son incapaces de analizar su situación y entender las consecuencias de sus conductas o decisiones, nunca juzgan sus acciones porque no se hacen responsabilizan de ellas.
  3. La posición de víctima justifica cualquier acto o actitud que pueda tener. Cualquier cosa que les hacen a ellos es intolerable, pero sus propios errores o defectos no tienen relevancia por lo que sería una falta de respeto hacérselo ver.
  4. Poseen un alto nivel de manipulación puesto que en todo momento adoptan un rol de víctima ante sí mismos y ante los demás con el objetivo de llamar la atención y conseguir que los demás empaticen con sus causas.

¿Una persona que se victimiza puede convertirse en protagonista?

Lo cierto es que una persona que se victimiza constantemente puede aspirar a convertirse en protagonista de su propia vida o de una película dramática. Dejar atrás la condición de víctima, especialmente si se trata de algo crónico, será algo muy complejo, ya que la persona siente haber perdido cualquier control sobre su vida y por lo tanto, habrá perdido la capacidad para salir adelante por sí misma.

Sin embargo, cuando una persona realmente quiere dejar de procrastinar y salir de esta situación, puede buscar ayuda y acudir a un especialista en salud emocional para trabajar en temas como autoestima, responsabilidad, etc. Al final, todo se resume a una cuestión de actitud. Si quieres, generalmente, puedes. Y no es difícil decidir entre ser una víctima de la sociedad o el protagonista de una vida exitosa.

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